Todo el tiempo estamos creando,
aún en el vacío de la nada, nuestros átomos danzan, se mueven, cambian. La
percepción nos libra con sus juegos para encandilarnos creyendo que es UNA la
realidad que vivimos. Todo es una potencia de la creación. Todo ya está ahí
brindando frutos a tus ojos para que los mires y elijas el néctar que saboreará
tu alma. Que no puedas verlo, no significa que no este ahí.
Libera a tu artista, míralo a los
ojos, conócelo. Con él estas todo el pasaje de tu vida y tantas veces cambiaste
de zapato para ponerte el de alguien más. Es tu momento, encarna ese papel que
se observa a sí mismo y crea realidad en su interior.
Les confieso que ahora mismo veo
el jardín desmalezándose en mi pecho bajo capas oscuras de neblina. Antigua
herida que hoy no te deja brillar, me digo. Qué importante es encontrarte en
ese silencio para que tu canal pueda expandirse a ese escritor de novelas,
recitador de prosas, canta-autor de realidades. Está ahí. Respiro el instante
de inspiración. Tantas veces me escape de ese potencial que alcanzo mirando a
esa caja de pandora… ¡qué maravilla que estas ahí! Temía perderte en el infinito de
posibilidades. La cultura me quiere hacer creer que no eres valorable, pero en
el silencio de esta casa puedo escuchar en el viento tu nombre. PRESENTE te
llamas; PRESENTE repito; PRESENTE habito. En vos confío. Esa imaginación que
creaba en los enjambres de la mente me distraen de la verdad que bajo tu manto
puedo percibir. Pavadas aquellas las de proyectar lo que aún no es materia… tu
sabiduría ha encontrado una llave para colarse por los pasillos de mi historia,
y en esa intrépida aventura me has sanado.
Aldana Ivette Zabala
10/2/2018