Mecanismos de acción

Reflexionando entre el sueño y la vigilia, palpitando el aire frío y los aromas que vienen y van. Y yo, me seduzco, me atrevo a la descarada tarea de fluir. Sonrío. Me animo. Aquí estoy, en el silencio de la noche, besando a la luna, acariciando mi piel, susurrándole a la almohada, trascendiendo mi vientre.
Exhalo en un grito voraz, dejo salir la luz. Una lámina recubre mi cuerpo desnudo en la oscuridad de la noche. La veo, la siento, la amo desde las entrañas, me expande, vuelvo a sonreír.
Entre contorneo y contorneo descubro la magia luminosa de mi pecho...Una lágrima concluye justo en esa zona y es transformada en rosa. De pronto, la sorpresa y el asombro erizan mi piel, las percepciones se agudizan. Yo y la totalidad somos una misma cosa. Placer. Éxtasis.

Un instante en la infinitud del universo

Y hoy le sonrío a la luna, al cielo estrellado, al viento, a las hojas que entran en mi ventana.
Hoy sonrío, alejando el frío y comienzo a moverme, a sacudirme, a descubrirme fogosa y radiante. Hoy grito que SOY, soy en el universo una ínfima parte del todo, pero al fin y al cabo SOY tal cual me ves, con mis claros y oscuros, infinita en posibilidades como mi origen. 
Me miro en el espejo, delineo mi rostro con las yemas de mis dedos y encuentro que el límite termina en mi. Descubro, casi mágicamente, que no hay vivencia que establezca un límite mayor que el yo misma decido y elijo. Ese es mi desafío, mi propósito...al menos HOY. 
21/10/2013. AIZ